Este es el balcón desde donde el mundo cobra un poco de sentido al atardecer... Los caracoles, que son símbolos del viento y de la palabra, presiden el decrecer de la luz y junto con la brisa, traen tras de sí el remanso de las estrellas. Vienen diversas e iguales en esplendor. Invocando mensajes en clave, dibujando mapas de viaje, salpicando de brillo la mirada de quien sabe limpiarla de humo.
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